A medida que avanzamos en el 2025, las instituciones financieras y los clientes comparten un sentido de optimismo, pero viene con advertencias. Los rápidos avances en la tecnología junto con las expectativas cambiantes de los clientes presentan un doble desafío para los servicios financieros y cooperativas de crédito y ahorro.

Por un lado, se les empuja a innovar continuamente; por otra parte, existe el riesgo de alejar a los clientes que aún no están cómodos con los continuos cambios. Este año, construir una estrategia unificada y mantener el toque humano en la interacción del cliente serán tan críticos como la adopción de nuevas tecnologías.